lunes, 28 de julio de 2008

George Orwell.


George Orwell, seudónimo de Eric Arthur Blair (1903 – 1950), escritor y periodista británico. Uno de los ensayistas más destacados del siglo XX, reconocido por dos de sus novelas que representan una fuerte crítica al sistema totalitario de Stalin y a todos los totalitarismos en general: “Animal farm” (“Rebelión en la granja”) y “1984”.

En sus novelas se retratan ideas muy importantes para identificar cuándo estamos frente a una distopía y preceptos de manejo político que aun hoy podemos evidenciar. En “1984”, Orwell indica que las transformaciones históricas más trascendentales se han limitado al cambio de amo, tema que trata en ambas novelas y que es considerado una analogía con los hechos sucedidos tras la Revolución Bolchevique de 1917, en la que se saca del gobierno a la aristocracia zarista rusa y se instalan los bolcheviques, permaneciendo básicamente intacta la estructura social. En la revolución rusa se cambió a un zar por otro. Stalin era conocido como el “zar rojo”. La idea de Giussepe Tomasi de Lampedusa en “El Gatopardo” de cambiar todo para que todo siga igual se presenta también en lo que delata Orwell: el simple cambio de personas, sin cambios estructurales. Tópico que también podemos identificar con nuestra realidad: cambian los ministros, cambian los parlamentarios, cambian los alcaldes, y todo sigue igual. Sólo cambiar a la persona, no significa un cambio realmente gravitante en cuanto a los problemas de los que no forman parte del gobierno, ya que estos últimos siguen viviendo de la misma manera.

Hacerle creer a la población que están ocurriendo cambios es la tarea del Estado. Controlar la información es una manera efectiva de hacer esto, considerando que los medios masivos de comunicación, como la televisión y los periódicos, son los grandes responsables de lo que piense la población. Controlar la información, deformarla a conveniencia y repetir una y otra vez determinadas ideas para que se osifiquen en la memoria de la población constituye una forma de hacer política, destinada mantener ignorante y “mal” informada a una parte de la población que se dedique a acatar, nunca a criticar. El pasado – dice Orwell – no es sino lo que afirman las constancias escritas y se guarda en el recuerdo del hombre, las personas creerán lo que les diga alguien con sabiduría reconocida en algún ámbito: creerán la historia si se las dice un historiador, creerán las cifras económicas si las dice un economista. Las personas creen, según quién se los diga; y es el Estado en gran medida el que promueve o descalifica determinadas autoridades respecto a determinados temas: en manos del Estado está la censura de algunos autores; en sus manos está la entrega de aportes económicos a otros autores. ¿Para qué hace esto el Estado? Para mantener el poder político, controlando el presente y el pasado, y por tanto el futuro. En palabras de Orwell, quien controla el pasado domina el futuro; quien controla el presente controla el pasado.
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4 comentarios:

Pardus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pardus dijo...

Hola Nicolás, tanto tiempo.
Bastante interesante esta visión que mencionas, pero quisiera saber un poco más de ella para comprender mejor tu pensamiento.
En el supuesto de que este monstruo malvado no existiese ¿entonces que?

Saludos,
Nos vemos
Fabián Beltrán

Anónimo dijo...

Niun brillo el blog, hay mejores.

Anónimo dijo...

Hola, me gustó mucho un texto que escribiste sobre una chica que estaba secuestrada y la obligaban a escuchar música clásica.

Me das tu e'mail?

Daniel Cardona
danicocho@hotmail.com